Arlequín
¡Que difícil
es!
Olvidar el calor de mis manos.
El verdadero interior de la belleza.
Mi nombre agrietado sobre tu piel.
El compás de una música lejana.
Lanzar un quejido de dolor a la vida.
¿Por qué
ya no logro abrir surcos para pronunciar
tu nombre?
Tú no existes.
Yo, en cambio vivo.
Si conocieras la
verdad; descubrirías que tú ya no duermes sobre el silencio de mis recuerdos.
Sólo gravitas sobre un firmamento inexistente; escuchando voces
que remueven tu conciencia.
¡Pobre e injusto infiel!
Has muerto de muecas en mi ausencia.
Amarilis

No hay comentarios:
Publicar un comentario