lunes, 31 de marzo de 2014

Pater



                      Pater

                                                             A Luis, mi Padre.



En silencio,  la vida ha

marchitado tu cabello.

Hoy,  el tiempo  escasea tu fortaleza,

pero yo en la distancia te extraño, Padre mío.

Mi mente dibuja tu sonrisa y

 yo, temblorosa de nostalgia te descubro en una foto perdida.

Mi mente ha tallado profundamente tu recuerdo e

 imagino que los  años se mecen  despacio sobre  tu rostro.

Añoro tu caminar lento y sereno junto a mí.

¿Dónde puedo hallar tu franca mirada?

  que  el leer  una hoja del periódico te estremece y que

una lágrima furtiva se escapa hacia tu mejilla.

 El no tenerte es una lucha constante.

 El no escucharte es una llama ardiente.

Me consume.

¡Más no me rindo!

 Yo en mi silencio te invoco, Padre.


                                                                                                            Amarilis

No hay comentarios:

Publicar un comentario