QUEIMADA

       No pensé amar así,

       Soñar así,

       Odiar por  ti,

       Caminar sin tí,

       Brindar por él,

       Viajar sin fin,

       Divagar entre la multitud,

       Empaparme de todo,

       Estremecerme  por fe,

       Disfrutar plenamente,

       Respirar tu ocaso,

       Observarlo todo,

       Cultivar la imaginación,

       Pintar tu silueta,

       Recitar tu nombre,

       Cantar a viva voz,

       Escuchar el silencio,

       Dormir sobre olas y

       Sentirme viva.

       ¡Válgame Dios!

       Teñir caracoles de cariño,

        Remontar el vuelo,

        Caer en picado y morir entre tus brazos.

        Amarilis

                                                MIÑAÑO
                                                                              
                                                                      al Murito
                                                                      a Miñaño

Como si tú estuvieras vida; he de sentir.
Como si tú estuvieras cielo; he de contemplar el velo de tu horizonte.
Como si tú permanecieras corazón, he de latir.
Como si tú ordenaras destino, he de obedecerte.

Como si tú estuvieras viento, he de respirarte.

Comi si  tú estuvieras dicha, he de sonreirte,
pero después de caminar tu senda Miñaño, he de recordarte. 

    Amarilis

MI ALMOHADÓN DE PLUMAS

                    


           Mi  Almohadón de plumas

Se  duermen los recuerdos sobre el nácar de tu memoria.

Tránsfugas huyen a un horizonte inacabado.

No se cómo he de recuperarlos  ni tampoco atesorarlos.

He vagado a la deriva por este mar de sinsabores.

Llamas de agua ardiente queman mi voz,  mis manos y mi ser.

Mi cuerpo yace sobre un lecho húmedo y solitario.

Habito sin estar en mi, sin morir por ti.

El tiempo, quien es el señor feudal de estas tierras se complace.

Vigila desde su fortaleza mi infortunio, mi desdicha.

Y yo tan solo merezco un beso, un cálido adiós que inmortalice mis recuerdos.

Momentos que fueron tan tuyos como míos.

Amado mío, no pretendas escapar del cauce de la vida.

Yo no despierto. Ni he de despertar.

¿Es que no ves que gravito ya sobre  colinas de historia y que miles de corrientes desembocan a mi destino?

Lo que ha sido ya no es…

Sola he de descansar en paz sobre el manto de la noche,  envuelta en sedas,  abrazada a mi almohadón de plumas.

          
                                       Amarilis

  

Horacio Quiroga- Almohadón de Plumas

                                                        Continentes Amigos

                                                                                            

                                                                           a Adriana, Mariano y Álvaro.

                                                                                          
                                                                          a la amistad…

Quiero navegar entre Continentes de amistad que apenas tú y yo conocemos.

Quiero que escuches dulces  notas de solidaridad ante la escasez y penumbras del que sufre en silencio.

Quiero que mares de paz nos conduzcan y protejan a pesar de la distancia que nos separa.

Quiero bosques de armonía repletos de un verdor cercano y perpetuo.

Quiero valles de serenidad que embriaguen a los hombres por el sendero ecuánime de la vida.

Quiero escalar montañas de mansedumbre que acaricien tu rostro e intelecto.

Quiero una brisa apacible que guarde tus sueños y avive tus metas.

Quiero compartir una fe viva de un Padre eterno y misericordioso.

Quiero sentimientos verdaderos  que no envejezcan a pesar de los años.

Quiero corrientes de agua que nutran y fortalezcan nuestras tierras.

Quiero cielos cercanos y  hermanos que sellen la amistad sincera de tu mundo y el mío.

 
Pero quiero  que vivas y seas feliz y yo poder saborear tu dicha, amigo, mío.

                                Viento, mar y vida

                                                                                                  
                                                                                                       
                                                                                           A mis amigas Tete y Mari.

Hoy,  antes de marchar  he de preguntar al viento

en qué ha de invertir su tiempo cuando ya no escuche mi risa,

ni pueda sentir mi voz,

ni alcance alborotar tus labios,

y tampoco logre recordar los segundos que late un corazón.

Hoy, antes de cimentar la serenidad que calma mi alma he de  preguntar al mar a quién ha de mecer  sobre sus olas cuando ya no pueda acariciarme,

ni enternecer mi piel,

ni dominar mis fuerzas,

y tampoco logre adornar con algas mis pies.

Hoy, antes de dormir he de preguntarle a la vida hacia dónde  se dirige,

por quién ha de luchar hasta el triste final,

cuál vicisitud  ha de vencer  y a quién ha de coronar por sus esfuerzos.

Hoy, antes  de marchar he de besar desde la lejanía  esta tierra, y así he de sentir  que me llevo un puñado de su viento y de su mar que son tan míos como suyos.

Y yo en cambio prometo que  he de regalarle parte de mi  vida cuando mañana me aleje de aquí,  mi Galicia.

AMARILIS